Lactancia, 0-3 meses
Si la leche materna es la comida perfecta de la naturaleza, también es una de sus más misteriosas creaciones. Es por eso que preparamos esta guía para ayudarte a entender los pormenores de tu suministro de leche y el porqué puede que pienses que no tienes suficiente leche cuando de hecho sí tienes.
Cómo funciona
En pocas palabras, la leche materna se produce según la oferta y la demanda. Esto significa que cuando tu bebé toma la leche de tu seno, tu cuerpo naturalmente comienza a producir más. Por otra parte, si tus senos permanecen llenos es una señal de que tu cuerpo ha disminuido la producción de leche. Estos son los mecanismos básicos de cómo se produce la leche materna.
¿Qué es la capacidad de almacenamiento de leche materna?
Cuando se trata del suministro de leche, inevitablemente también escucharás hablar de la capacidad de almacenamiento de tus pechos. Esto, como seguro has adivinado, se refiere a la cantidad de leche que tus senos pueden almacenar a la vez. Y, antes de comenzar a mirar el tamaño de tu copa, ¡esto no tiene nada que ver con el tamaño de tus senos! No hay una capacidad correcta. Es útil saber que todos los senos están hechos de manera diferente.
¿Cómo puedo incrementar mi producción de leche?
Hay algunas cosas clave a tener en cuenta cuando intentas aumentar tu suministro. Lo primero es asegurarte de darle a su cuerpo el combustible que necesita para producir leche. Esto significa beber mucha agua e intentar —hacemos énfasis en intentar— comer comidas regulares.
Si tienes manos que te ayuden, ¡ahora es tiempo de ponerlas a trabajar! Entre más cómoda y relajada te sientas, más fácil será producir leche.
Por último, las sesiones regulares de lactancia activarán naturalmente tu cuerpo para producir más leche. Recuerda: entre más demanda, ¡mayor oferta!
¿Cómo sé si tengo suficiente leche?
Aquí hay una verdad difícil con la que todas las mamás que amamantan tienen que lidiar: no hay forma segura de saber cuánta leche está bebiendo tu bebé. Es frustrante, lo sabemos. Pero la buena noticia es que la maternidad no se trata de adivinar todo el tiempo.
Puedes usar estas guías para saber si tu bebé está recibiendo suficiente leche:
- Tu bebé comienza a aumentar de peso una vez que tu leche ha ingresado
- Alrededor del día 10 al 14, tu pequeño ha recuperado su peso al nacer
- Continua ganando peso constantemente como es esperado
¿Comida para llevar? El mejor indicador serán esas pequeñas mejillas regordetas frente a ti. Un bebé feliz, alerta y en crecimiento es la mejor señal de que estás produciendo suficiente leche.
Cosas que pueden hacerte dudar
Estas son algunas de las razones más comunes que llevan a muchas mamás a suponer que no tienen suficiente leche, cuando en realidad sí tienen:
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Parece que tu bebé quisiera comer todo el tiempo
Tu bebé tiene un apetito insaciable, pero puede no tener nada que ver con tu suministro de leche. Por ejemplo, la cantidad de leche que puedes almacenar en tu seno a la vez naturalmente será diferente de una madre a otra. O tal vez tu bebé prefiere beber cantidades más pequeñas a intervalos más frecuentes. También ten en cuenta que los bebés tienen estómagos pequeños. De hecho, ¡el estómago de un recién nacido es apenas un poquito más grande que una canica!
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Crecimiento repentino
Durante un periodo de crecimiento repentino, tu bebé puede querer más leche de lo normal. En lugar de no producir suficiente leche, en realidad las necesidades de tu bebé han cambiado. Al alimentar por demanda, tu cuerpo aumentará naturalmente la producción de leche para que coincida con el apetito de tu bebé.
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Un mal día
Así como los adultos, los bebés también tienen días no tan buenos. Tu bebé podría sentirse un poco irritable y, como resultado, sus patrones de alimentación pueden cambiar temporalmente.
¿Todavía un poquito preocupada porque puede que no tengas suficiente leche? La mayoría de las mamás se preguntarán sobre esto en algún momento y es más que probable que tu suministro esté bien. Si no estás segura o has notado que tu suministro está disminuyendo y no puedes entender por qué, no dudes en ponerte en contacto con tu médico o un asesor de lactancia para obtener más información.