La presentación podálica consiste en que tu bebé se presenta de nalgas en el útero. Aunque ya hayan pasado 37 semanas de embarazo, todavía es posible que un bebé de nalgas se dé la vuelta, permitiendo un parto vaginal. La posición podálica se suele detectar durante las inspecciones prenatales, pero hay hasta un 15 % de casos que no se detectan hasta después de iniciado el parto.
Algunas mujeres prueban métodos como la acupresión para intentar que su bebé se dé la vuelta, pero no existe evidencia definitiva de que funcione.
En los partos de nalgas pretérmino suele practicarse la cesárea en lugar de la inducción. Si se determina que tu bebé está en posición podálica, tienes varias opciones a la hora del parto:
Tener un parto de nalgas
Intento de darle la vuelta al bebé con las manos, seguido de un parto de nalgas si no funciona
Versión cefálica externa, seguida de cesárea si no funciona
Cesárea optativa
Si te decantas por el parto de nalgas, hay ciertas condiciones que deben cumplirse, como las siguientes:
El bebé no puede ser demasiado pequeño ni demasiado grande.
Tu pelvis debe ser suficientemente grande.
El bebé debe estar en posición de nalgas pura o completa, no incompleta.
El parto debe ser espontáneo.
Puedes solicitar una epidural, si lo deseas. Los médicos usarán unos fórceps o sus propias manos para hacer que salga la cabeza de tu bebé. Seguramente necesitarás una episiotomía.
Una vez que haya concluido el parto y el pediatra haya examinado al bebé, podrás cogerlo en brazos.