El parto casero

El parto en casa puede ser más relajante que en el hospital. En casa estás más relajada, en un entorno conocido y libre de ir donde quieras mientras sigas siendo capaz de andar.

Si estás teniendo a tu segundo o tercer hijo y ya tuviste complicaciones en un parto anterior, el médico probablemente te aconsejará que vayas al hospital para poder recibir asistencia médica en caso necesario. La elección es tuya, pero ten en cuenta las ventajas y las desventajas.

En un parto casero, te será más fácil sentirte con el control de la situación, lo que te permitirá enfrentarte mejor al dolor.

Además, tu familia podrá estar presente en todo momento; incluso tus otros hijos podrán participar en la bienvenida al nuevo miembro de la familia.

Si decides tener un parto casero, asegúrate de decírselo al médico y tener todo planificado al detalle de antemano. Si algo sale mal, el tiempo perdido durante el traslado al hospital puede acarrear riesgos para la vida de la madre y el bebé.

En todo caso, aunque decidas tener un parto casero, siempre puedes cambiar de idea durante el mismo e ir al hospital. La opción siempre está ahí.