El parto natural

Hay mujeres que deciden prescindir completamente de los fármacos, la supervisión médica y las episiotomías. Los motivos pueden ser muchos, pero el más común es el deseo de pasar por la verdadera experiencia del parto.

Existen centros de maternidad y hospitales que ofrecen servicios de parto natural. También se puede hacer en casa. A estos partos suelen asistir profesionales de la salud, comadronas y doulas. Uno de los métodos más frecuentes de dar a luz de forma natural es mediante el método Lamaze, que permite a la mujer embarazada recibir medicación, pero al mismo tiempo pone énfasis en la idea de que el parto es un proceso natural y hermoso.

El método Bradley consiste en un parto natural con la colaboración de un asistente (normalmente tu pareja), y es totalmente contrario al uso de medicación, excepto si es absolutamente necesaria.

Las mujeres que deciden tener un parto natural usan las siguientes armas contra el dolor: música, puntos focales, respiración, meditación, masaje, hidroterapia e imaginación; caminar también ayuda.

La duración de cada parto es variable de mujer a mujer, por lo que los partos naturales no son necesariamente más largos o más breves que los asistidos. Aunque en realidad no hay forma de determinar la duración exacta, el primer parto suele ser algo más largo que los siguientes.

El parto natural ofrece beneficios para el bebé, ya que se eliminan los riesgos derivados de la medicación. Estarás más despierta durante todo el proceso y no tendrás que preocuparte de que los medicamentos lleguen a tu bebé cuando le des el pecho.