Lactancia, 0-3 meses
Amamantar se puede sentir un poco incómodo al principio —como cualquier cosa que intentas por primera vez— pero no hay necesidad de aguantar el dolor o sentirte avergonzada si no está saliendo como lo esperabas. ¡Todavía estás haciendo un gran trabajo siendo madre!
Si estás lidiando con un problema específico, o si tienes dudas sobre si las cosas están saliendo bien, no dudes en ponerte en contacto con un consultor en lactancia. Por ejemplo, algunas mamás pueden acercarse a un consultor de lactancia para preguntarle por el posicionamiento, mientras que otras solo quieren asegurarse de estar en el camino correcto. Un grupo de apoyo a la lactancia también puede ayudar.
No importa qué tipo de preguntas estén rondando por tu cabeza, todas son válidas. Confía en tus instintos. Debes saber que entre más pronto pidas ayuda, más rápido serás capaz de encontrar una forma de alimentar que funcione para ti y tu bebé.