Si estás intentando concebir o ya lo has conseguido, debes saber que ciertos medicamentos pueden ser perjudiciales para el desarrollo de tu bebé. Ya que no sabrás que estás embarazada hasta que te deje de venir el periodo, es mejor que conozcas los riesgos asociados con los medicamentos tan pronto como empieces a intentar concebir y, así, sepas cuáles debes evitar.
Hay muchos fármacos a los que no se les realizan pruebas de compatibilidad con el embarazo, por lo que la mejor manera de no perjudicar al bebé es evitar cualquier medicamento en la medida de lo posible. Existen ciertos problemas de salud que obligan al uso de medicamentos a lo largo del embarazo; en este caso será el médico el que confirme que necesitas seguir tomándolos.
Hay muchas formas en que los medicamentos pueden afectar al desarrollo de tu bebé, como:
Interferir en el entorno natural de tu útero provocando contracciones, disminuyendo el suministro de sangre a tu bebé y provocando retraso, prolongación o adelantamiento del parto.
Interferir en el crecimiento de tu bebé y el normal desarrollo de su sistema nervioso; esto puede tener como resultado que el bebé nazca con un peso inferior al normal.
Causar malformaciones congénitas e incluso un aborto.
Causar problemas respiratorios después del nacimiento.
Si descubres que estás embarazada mientras estás tomando medicamentos por prescripción facultativa, no dejes de tomarlos sin consultarlo antes con tu médico, especialmente si tu salud depende de ello. El médico podrá informarte de los riesgos asociados con tu tratamiento actual y te ofrecerá otras opciones.
Es muy importante ser consciente también de los riesgos asociados a los fármacos naturales y de herbolario. Por mucho que aparezcan las palabras "natural" o "hierbas" en la etiqueta, eso no quiere decir que estén indicados para ti o tu bebé durante el embarazo; muchos de ellos pueden tener efectos secundarios peligrosos.
El paracetamol suele considerarse seguro durante el embarazo, siempre que se tome en dosis normales para el alivio del dolor de cabeza, de espalda y otros dolores musculares.
Los AINE, la aspirina y otros fármacos antiinflamatorios (ibuprofeno) pueden afectar a los vasos sanguíneos principales de tu bebé y, por lo tanto, no se consideran seguros durante el embarazo.
Si crees que es una gran idea usar un laxante para el estreñimiento durante el embarazo (que sufren muchas mujeres), te equivocas: la mejor forma de tratar este molesto síntoma es aumentar la cantidad de fibra y agua en tu dieta. Si modificas tu dieta, haces algo de ejercicio moderado (como un paseo al día) y aun así no obtienes resultados, habla con tu médico de las otras opciones posibles; no compres un laxante sin receta.
La clorfenamina es el antihistamínico más seguro, con un largo historial de evidencia a su favor, pero puede provocar desorientación. Si el médico no tiene ninguna objeción, puedes usarla.
Muchas mujeres sufren síntomas parecidos a los del resfriado durante el embarazo y siempre tienen la nariz taponada. Hay muchos decongestivos sin receta, como la xilometazolina, la fenilefrina y la pseudoefedrina, pero debes evitarlos y consultar opciones alternativas con tu médico o comadrona.
Muchas mujeres sufrirán ardor de estómago o indigestión en algún momento del embarazo. Lo normal es que el médico te diga que puedes tomar antiácidos, pero que debes evitar los que contengan bicarbonato sódico para que no aumenten tus niveles de sodio.
Los medicamentos con codeína o dihidrocodeína pueden ser perjudiciales para la respiración de tu bebé, así que lo mejor es que los evites. Pueden incluso provocarle síntomas de abstinencia cuando nazca. Hay muchos medicamentos sin receta que contienen estos ingredientes, así que no tomes ninguno sin consultarlo antes con el médico. Puede que, durante el primer o el segundo trimestre, te prescriba alguno de ellos para tratar temporalmente los síntomas dolorosos, pero los evitará durante el tercer trimestre.
Si toses, tienes síntomas de resfriado y sientes que necesitas tomar alguna medicina, consúltalo siempre con el médico. La mayoría de remedios contra el resfriado sin receta contiene fármacos que están contraindicados o que podrían dañar a tu bebé, así que no debes tomarlos excepto por prescripción facultativa.
Si experimentas un breve episodio de diarrea durante tu embarazo, eso no perjudicará al bebé, pero tienes que asegurarte de que te mantienes hidratada. No tomes loperamida, porque no se ha investigado lo suficiente como para saber si está indicada durante el embarazo. Existen otras opciones para aliviar los síntomas, como el compuesto de caolín, pero lo más recomendable es que empieces por consultarlo con tu médico.
Si contraes una infección vaginal durante el embarazo, pregunta al médico cuáles son tus opciones. No se sabe lo suficiente sobre los efectos de los medicamentos sin receta para las infecciones vaginales.
Si tienes la piel seca, alergia o eccema, ya estarás acostumbrada a las lociones y las cremas. La loción de calamina no está contraindicada y es lo que debes usar en primer lugar para aliviar tus síntomas. Si no funciona, consulta otras opciones con tu médico. Las sustancias contenidas en las lociones y las cremas pueden ser absorbidas por la piel y entrar en contacto con el flujo sanguíneo, por lo que es importante conocer todos sus efectos secundarios y los riesgos para el bebé antes de extendértelas por el cuerpo.
Si estás tomando medicamentos mientras intentas concebir, debes hablar con tu médico para que determine si están indicados o, de lo contrario, si existen alternativas que no perjudiquen tu capacidad de concebir ni al futuro bebé.
Si tienes algún problema de salud que requiera medicación constante (como la diabetes o la epilepsia), lo mejor es que hables con tu médico antes de quedarte embarazada. Es necesario sopesar las ventajas y desventajas del tratamiento antes de poder decidir un curso de actuación.
Si tienes una alimentación sana, bebes mucha agua, haces algo de ejercicio y aprendes a relajarte, evitarás más fácilmente la necesidad de medicamentos durante el embarazo. El estrés empeorará considerablemente cualquier pequeño dolor. Si empiezas a preocuparte por los medicamentos que estabas tomando antes de saber que estabas embarazada, sólo conseguirás estresarte aún más. Comunica a tu médico cualquier duda o pregunta que tengas acerca de la medicación; él podrá darte la mejor información para que tú y tu bebé estéis sanos y fuera de peligro.