Lactancia, 0-3 meses
La congestión es una parte natural del proceso de producción de leche que a veces puede dejar tus senos sensibles, hinchados o incómodos. Piénsalo como un periodo de ajuste de 2 a 4 días. Tus senos se están acostumbrando a la sangre extra que se necesita para producir la leche y al (muy nuevo) proceso de producir la cantidad justa.
La mayoría de las mamás encuentran que sus cuerpos se ajustan naturalmente en unos pocos días, pero mientras tanto puedes utilizar estas técnicas para ayudar a tu bebé a afianzarse, estimular el flujo de leche y aliviar tus senos.
Alimentar con frecuencia
Una de las formas más fáciles en las que puedes ayudar a tu cuerpo a ajustarse es simplemente alimentando a tu bebé al menos cada 1.5 a 2 horas y dejarlo alimentarse por tanto tiempo como quiera. Al estimular tu flujo de leche regularmente, tu cuerpo se ajustará más fácil al proceso de producción.
Extrae un poco de leche
Muchas mamás descubren que el afianzamiento se convierte en un reto para sus bebés cuando sus senos están congestionados. Si te parece complicado, intenta extraer solo un poco de leche antes de amamantar para ablandar tu areola.
Puedes hacerlo a mano o con un extractor eléctrico en la intensidad más baja. Pero recuerda, ¡no es una competencia de cantidad! Exprime apenas lo suficiente para ablandar tu areola y evitar que tus senos se sobreestimulen. El mismo consejo aplica si extraes un poco entre comidas para aliviar la incomodidad.
Aplicar calor
Otra forma de calmar tus senos y ayudar a que tu bebé se afiance es estimular el flujo de leche al aplicar calor justo antes de alimentar. Tal vez quieras tener una ducha tibia y masajear suavemente tus senos o aplicar una compresa tibia, como una toalla tibia o una almohadilla de termogel. A algunas mamás las reconforta alternar entre agua tibia y fría en la ducha.
Enfriar
Esto puede sonar contradictorio, considerando que acabamos de recomendarte aplicar calor, pero escúchanos. El calor ayudará a estimular tu flujo de leche y a aliviar tus senos, pero no es la única forma de aliviarlos. Aplicar algo frío durante 15 o 20 minutos entre sesiones de alimentación también te dará un poco de alivio. Un par de remedios favoritos entre mamás son las hojas de repollo verde crudo o hielo, pero también puedes usar técnicas más modernas como las almohadillas de termogel.
Otras formas de encontrar alivio
Dejando de lado el calor y el frío, también puedes encontrar algo de alivio si usas un sostén cómodo y de apoyo (evita los aros). También puedes cambiar las posiciones de alimentación para alentar el drenaje o masajear suavemente tus senos durante la alimentación si te resulta cómodo.
Continua incomodidad
A veces la incomodidad puede ser continua o puedes sentir que estás experimentando algo más que congestión de seno. Lo mejor es consultar con tu médico si tu temperatura es mayor que 38.1 °C (100.6 °F), tiene escalofríos, dolores en el cuerpo, dolor localizado o síntomas de gripe. Como siempre, confía en tu instinto. Tu conoces mejor que nadie tu cuerpo.