La mayoría de las mujeres prefiere tener a alguien que las acompañe durante el proceso del parto. Quienquiera que sea esta persona (el padre, una amiga o una doula) puede dar a la madre una tremenda cantidad de apoyo y ánimos durante todo el tiempo que dura el embarazo, durante el proceso del parto e incluso después de volver a casa con el bebé.
Una doula es una mujer con conocimientos de maternidad que puede proporcionar apoyo emocional y físico a la madre y al padre, incluso después del parto. Más que a dar consejos, se dedica a ofrecer información y educación que ayude a los padres en ciernes a tomar sus decisiones sobre embarazo, parto y cuidados del bebé con conocimiento de causa.
Gracias a la doula, los padres pueden liberarse de algo de ansiedad y estar más relajados. Tu pareja también puede cumplir muchas de las funciones de la doula, pero seguramente no tendrá la misma cantidad de información y conocimiento. Las doulas son una gran ayuda cuando el parto es múltiple, ya que se pueden encargar de las labores del hogar y el cuidado de los bebés para que los padres tengan más tiempo para crear vínculos con ellos.
Tu pareja también puede ayudarte considerablemente si toma el papel de asistente durante el parto. Puede practicar las técnicas de respiración contigo, aprender a medir las contracciones y hacerse responsable de llevar al hospital cualquier cosa que necesites para el parto o que te haga sentirte más cómoda, como música, aceites de masaje, cosas de picar o una cámara.
Lo más importante que debes recordar es que quienquiera que elijas para que te preste apoyo debe ser alguien en quien puedas confiar y con quien puedas sentirte cómoda.